HORMONA GONODOTROPINA CORIONICA HUMANA.
La
gonadotropina coriónica humana
(hCG) es una hormona glicoproteica
producida en el embarazo, fabricada por el embrión en desarrollo poco después
de la concepción y más tarde por el sinciciotrofoblasto (parte de la placenta).
Su función es evitar la desintegración del cuerpo lúteo del ovario y, por ende,
mantener la producción de progesterona que es fundamental para el embarazo en
los seres humanos. La hCG puede tener funciones adicionales; por ejemplo, se
cree que afecta a la tolerancia inmunológica del embarazo.
Las primeras pruebas
de embarazo, en general, se basan en la detección o medición de hCG. Debido a
que la hCG es producida también por algunos tipos de tumores, es un importante
marcador tumoral, pero no se sabe si esta producción es una causa o un efecto
de la tumorigénesis. Al igual que otras gonadotropinas, la hCG se puede extraer
de la orina de mujeres embarazadas o por modificación genética.
IMPORTANCIA CLÍNICA:
La
determinación cuantitativa de la hCG es de mucha utilidad en los seguimientos
de embarazos, en diagnóstico de embarazos ectópicos, molas hidatidiformes, y
tumores testiculares. Junto con la determinación del estriol y la AFP colaboran
en la detección de problemas fetales como el síndrome de Down y la espina
bífida.
La hCG es un marcador para el seguimiento de enfermedad trofoblástica gestacional
o mola hidatidiforme.
Después de la resección adecuada de la mola los niveles
deben bajar en 3 a 12 semanas. Si los valores persisten elevados o disminuyen
muy lentamente requieren terapia sistémica contra mola invasiva o
coriocarcinoma. La hCG se detecta en el suero de pacientes con tumores
germinales no seminomatosos.
Al combinar la determinación de hCG con la AFP
aumenta la sensibilidad en todos los estadios. Además de la detección de
diseminación y recaídas.
ENFERMEDADES:
Los niveles
de hCG pueden medirse en la sangre o la orina. Con mayor frecuencia, se hace
como una prueba de embarazo, destinada a indicar la presencia o ausencia de un
embrión implantado. También pueden hacerse pruebas de hCG para el diagnóstico o
seguimiento de células germinales y tumores trofoblásticos.
Este
procedimiento se emplea para asegurar que las pruebas no dan falsos positivos
por confusión de la hCG con la LH y la FSH. Estas dos últimas están siempre
presentes en diferentes niveles en el cuerpo, mientras que la presencia de hCG
casi siempre indica el embarazo.
TEST DE LA ORINA:
La prueba de
orina puede ser un inmunoanálisis cromatográfico realizado en el hogar, el
centro médico, o el laboratorio.
Cuanto más temprana sea la etapa del embarazo, más precisos serán los
resultados que pueden obtenerse mediante el uso de la primera orina de la
mañana, ya que es cuando los niveles de hCG son más altos. Cuando la orina es
diluida (gravedad específica inferior a 1.015), la concentración de hCG puede
no ser representativa de la concentración en la sangre, y la prueba puede dar
un falso negativo.
TEST DE SUERO:
La prueba de suero, utilizando 2-4 mL de sangre venosa. La capacidad para cuantificar el nivel de βhCG es útil en el seguimiento de células germinales y tumores trofoblásticos, el seguimiento después del aborto involuntario, y el diagnóstico y seguimiento después de tratar un embarazo ectópico.
La ausencia de un feto visible en la
vagina por ultrasonido después de que la βhCG haya
alcanzado niveles de 1500 UI/ml es muy indicativo de un embarazo ectópico. Una enfermedad trofoblástica gestacional,
como las molas hidatidiformes ("embarazo molar"), o el
coriocarcinoma, pueden producir altos niveles de βhCG (debido a la presencia de
sincitialtrofoblastos, parte de las vellosidades que componen la placenta), a
pesar de la ausencia de un embrión.
Los altos niveles de hCG también son un
componente del triple test, una prueba de detección para determinadas
anormalidades cromosómicas fetales y defectos de nacimiento.
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