sábado, 9 de mayo de 2015

HORMONA GONODOTROPINA CORIONICA HUMANA.

La gonadotropina coriónica humana (hCG) es una hormona glicoproteica producida en el embarazo, fabricada por el embrión en desarrollo poco después de la concepción y más tarde por el sinciciotrofoblasto (parte de la placenta). Su función es evitar la desintegración del cuerpo lúteo del ovario y, por ende, mantener la producción de progesterona que es fundamental para el embarazo en los seres humanos. La hCG puede tener funciones adicionales; por ejemplo, se cree que afecta a la tolerancia inmunológica del embarazo. 
Las primeras pruebas de embarazo, en general, se basan en la detección o medición de hCG. Debido a que la hCG es producida también por algunos tipos de tumores, es un importante marcador tumoral, pero no se sabe si esta producción es una causa o un efecto de la tumorigénesis. Al igual que otras gonadotropinas, la hCG se puede extraer de la orina de mujeres embarazadas o por modificación genética.

IMPORTANCIA CLÍNICA:


La determinación cuantitativa de la hCG es de mucha utilidad en los seguimientos de embarazos, en diagnóstico de embarazos ectópicos, molas hidatidiformes, y tumores testiculares. Junto con la determinación del estriol y la AFP colaboran en la detección de problemas fetales como el síndrome de Down y la espina bífida.

 La hCG es un marcador para el seguimiento de enfermedad trofoblástica gestacional o mola hidatidiforme.

 Después de la resección adecuada de la mola los niveles deben bajar en 3 a 12 semanas. Si los valores persisten elevados o disminuyen muy lentamente requieren terapia sistémica contra mola invasiva o coriocarcinoma. La hCG se detecta en el suero de pacientes con tumores germinales no seminomatosos.
 Al combinar la determinación de hCG con la AFP aumenta la sensibilidad en todos los estadios. Además de la detección de diseminación y recaídas.



ENFERMEDADES:
Los niveles de hCG pueden medirse en la sangre o la orina. Con mayor frecuencia, se hace como una prueba de embarazo, destinada a indicar la presencia o ausencia de un embrión implantado. También pueden hacerse pruebas de hCG para el diagnóstico o seguimiento de células germinales y tumores trofoblásticos. 

 Este procedimiento se emplea para asegurar que las pruebas no dan falsos positivos por confusión de la hCG con la LH y la FSH. Estas dos últimas están siempre presentes en diferentes niveles en el cuerpo, mientras que la presencia de hCG casi siempre indica el embarazo.
TEST DE LA ORINA:
La prueba de orina puede ser un inmunoanálisis cromatográfico realizado en el hogar, el centro médico, o el laboratorio. 
Cuanto más temprana sea la etapa del embarazo, más precisos serán los resultados que pueden obtenerse mediante el uso de la primera orina de la mañana, ya que es cuando los niveles de hCG son más altos. Cuando la orina es diluida (gravedad específica inferior a 1.015), la concentración de hCG puede no ser representativa de la concentración en la sangre, y la prueba puede dar un falso negativo. 

TEST DE SUERO:

La prueba de suero, utilizando 2-4 mL de sangre venosa. 
La capacidad para cuantificar el nivel de βhCG es útil en el seguimiento de células germinales y tumores trofoblásticos, el seguimiento después del aborto involuntario, y el diagnóstico y seguimiento después de tratar un embarazo ectópico.

 La ausencia de un feto visible en la vagina por ultrasonido después de que la βhCG haya alcanzado niveles de 1500 UI/ml es muy indicativo de un embarazo ectópico.  Una enfermedad trofoblástica gestacional, como las molas hidatidiformes ("embarazo molar"), o el coriocarcinoma, pueden producir altos niveles de βhCG (debido a la presencia de sincitialtrofoblastos, parte de las vellosidades que componen la placenta), a pesar de la ausencia de un embrión. 

Los altos niveles de hCG también son un componente del triple test, una prueba de detección para determinadas anormalidades cromosómicas fetales y defectos de nacimiento.

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